domingo, 7 de abril de 2013

El monte de las ánimas

Soria, tierra yerma, ganadera, vigilada por un circo montañoso con el Moncayo y el Urbión como visera.  Pero es también cuna. Cuna de pastores, de maestros y poetas. En la belleza primordial de Soria  , se encontraron con sus musas dos sevillanos y un cántabro: Gustavo Adolfo Bécquer, Antonio Machado y Gerardo Diego. Los grandes enamorados de Soria.
El primero de estos, Gustavo Adolfo Bécquer, es el autor de la Leyenda a la que me refiero en esta entrada, "El monte de las ánimas"

La leyenda se sitúa en el Monte de las Ánimas, en Soria, concretamente en el día de los difuntos. Iban camino de la cacería los condes de Borges y de Alcudiel montados en sus caballos y en compañía de sus hijos y pajes. Uno de los hijos, Alonso, relató una leyenda referente al monte. El origen de esta está situado en el odio entre sorianos y templarios por cuestiones de caza; los segundos tenían acotado el monte para uso propio de la caza y ambos bandos se enfrentaron en una feroz lucha que dejó el monte sembrado de cadáveres, abandonado por muchos años, al igual que la capilla donde fueron enterrados todos juntos. Cuando llega la noche de los difuntos las almas de los muertos corren junto con los animales del monte.Al llegar a casa, Alonso y su prima, Beatriz, acuerdan hacerse un regalo mutuamente debido a la inminente separación de ambos. Alonso obsequia a su prima con una joya , mientras que Beatriz alega que perdió su banda azul en el monte de las ánimas y que este era el regalo que quería hacerle. Pese al temor de Alonso de acudir a dicho lugar en esa marcada fecha, decide ir en busca de la banda, en un arrebato de valentía. Beatriz pasa la noche en vela, oyendo su nombre, como si alguien la llamara. Al amanecer vio sobre su mesilla su banda azul. Desgarrada y ensangrentada. Cuando los sirvientes fueron a avisar a Beatriz de la muerte de Alonso, esta ya había muerto de terror, tras la terrible imagen.











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